domingo, 30 de enero de 2011

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Y todo vuelve a ser igual. Las noches en vela atrapada entre las sabanas. Los dolores de cabeza al despertar que anuncian el principio de un horrible día. Los bellos sueños se acaban...
Todo es culpa mía
Culpa mía por haber dejado caer del todo mi muralla. Por haberme negado a reconstruirla pese a tanto dolor. Por haberme buscado una y otra vez escusas para creer que mañana será un día mejor.
Y me las creí, y ahora ya es tarde. La muralla ahora apenas puedo alzarla. El hielo que la cubría se ha derretido hace tiempo. Y pese a todo sigo estando sola, más sola a cada día que pasa. Estoy cansada de crear ilusiones, de creerme mis propias mentiras, de mirar una y otra vez aquello que no existe y creerlo real.
Soy idiota. Camino entre sombras y espejismos. Creé un pedastal a base de humo y pensé que podría con el peso del mundo. Me equivoqué.
Ahora navego en un mar de lágrimas, y de nuevo remo sola. No sé a donde me dirijo. No sé cuando llegaré. No sé que dirección tomar.
Solo sé que la dirección que llevo no puede ser la correcta.
Solo sé que es hora de cambiar.

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