miércoles, 2 de febrero de 2011

*

La paciencia tiene un límite, un punto final, un acantilado donde se para para evitar caer hacia el vacío perpetuo y la mía ha llegado a ese acantilado.
Me siento por fin libre de ataduras que me atan a esta mierda de sociedad donde todo se basa en hacer lo que dictan las modas, las personas recíprocas que solo piensas en una cara y cuerpo bonito, todas esas personas que creen que debo seguirlas vayan a donde vayan. Pues ¿saben qué? A partir de ahora seré solo yo misma, dejaré de hacer lo que los demás quieren que haga y seré esa persona que se ha pasado tantos años escondida en la oscuridad con miedo a salir y enfrentarse al mundo apestante que la rodea.
Seré libre, haré lo que me venga en gana, pasaré de todo, iré a mi vola y volaré de un lado a otro siempre y cuando yo, sí yo, como leen, YO, sea feliz sin importarme lo que los demás opinen.
Seré yo, SIMPLEMENTE YO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario