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Te das cuenta de que la vida no se pueden medir con unos simples números o con matemáticas... No mides cada centimetro de pasos que recores cuando vas al instituto por las mañanas, no tienes la suma de todos los besos que te han dado en la vida, no puedes destinar una proporción a cuanto odio has acumulado en el fondo del corazón, ni puedes decir en un porcentaje cuanto has querido a alguien. Quizas te escriban un inifinito en una historia. Y es que no llevamos un codigo de barras que nos marque un precio. No hay decimales en el cariño, y tampoco podemos medir con grados el angulo que nos crea la frustración. No hay rectas, ni semi rectas que digan todo lo que puedes llegar a hacer. No puedes meter en un decimetro cúbico la saliba que he gasto en intentar convercerme. No hay escala equibalente a la emoción que se siente con tu primer beso. Tampoco hay tablas de valores que identifiquen quien es un amigo de verdad y quien no. Y no puedes elevar la rabia, ni multiplicar el amor. Intenta dar con la raíz de un tu y yo. No existen numeros racional que digan lo que puedes aguantar, ni naturales enteros que marquen lo que puedes llegar a sufrir. No hay un termometro que te diga a cuanta temperatura esta tu risa.No lo intentes, no hay gráficas posibles que puedan definir una vida, porque todo es mucho, muchisimo mas simple que eso. Aunque siempre tendemos a complicarlo.