lunes, 16 de mayo de 2011
¿Te puedo pedir una cosa?
-Sí, dime.
-No te acostumbres a mi.
-¿Cómo?
-Que no te acostumbres a mi, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad matutina, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a escuchar mi voz al otro lado del telefono, ni a que te escuche con atención. No te acostumbres a cómo te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mis mejillas rojas como un tomate cuando te ríes de mi, ni te acostumbres a mi rabia, a mis celos absurdos, ni a reirte de las cosas que digo. No te acostumbres...
-¿Y eso a qué viene?
- Quizás, algún día me ire, y echaras de menos todas estas cosas..
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario